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‌El Metal con Memoria - Aleación de Níquel-Titanio‌

La aleación de níquel-titanio, una singular aleación con memoria de forma, puede recuperar automáticamente su configuración original a temperaturas específicas, demostrando notable plasticidad. Este material no solo posee características de memoria de forma, sino también excelentes propiedades como resistencia al desgaste, anticorrosión, alto amortiguamiento y superelasticidad.

La transformación de fase está íntimamente relacionada con su rendimiento. Bajo influencia de temperatura y estrés mecánico, exhibe dos fases cristalinas distintas: austenita y martensita. Durante el enfriamiento, experimenta transformaciones de fase madre→fase R→martensita. La fase R presenta estructura romboédrica, mientras que la austenita muestra estructura cúbica en altas temperaturas o descarga de carga, manteniendo dureza y estabilidad dimensional. La martensita, en cambio, adopta estructura hexagonal a bajas temperaturas o bajo carga, mostrando ductilidad y deformación reversible pero menor estabilidad.

En ortodoncia, los alambres de níquel-titanio se emplean cada vez más. Sus fuerzas correctivas suaves reducen daños en raíces dentales y tejidos periodontales, mientras que su composición química especial ofrece propiedades antitóxicas. Por tanto, esta aleación constituye un material metálico especial con amplias perspectivas de aplicación.